martes, 30 de agosto de 2011

Continuidad en el hogar

Para  cualquier profesional de BCM que haya trabajado con otros profesionales en el extranjero habrá percibido la diferencia de criterio entre lo que en España consideramos Continuidad de Negocio y lo que consideran en otros paises. A mi lo que me sorprendió bastante fue la concepción que tienen en Estados Unidos, donde no se restringe el ámbito de la continuidad de negocio al trabajo, sino que también lo llevan a cabo en sus propias casas. De hecho, una de las preguntas que los BCM Managers realizan a sus empleados es si tienen un plan para poder resistir ante determinadas condiciones adversas, algo que aquí sería inviable, por la oposición que harían los sindicatos a inmiscuirse en la vida privada de los trabajadores.

Gran parte de esta diferencia de criterio está en la diferencia entre la cultura europea y la anglosajona,  una muy confiada de que el ayuntamiento, la comunidad, el estado, la unión europea o cualquier ente superior velará por la seguridad del ciudadano y la otra más individualista, en la que cada ciudadano se hace responsable de su propia seguridad.

Más allá de la valoración de las diferencias entre las distintas culturas, podemos identificar diferentes escenarios que pueden ser más comunes de lo que nos parece cuando hablaos del concepto de seguridad en el hogar. Si analizamos los cinco componentes que enumera la norma BS25999, tendríamos lo siguiente:
  • Personas: Estaría compuesto por los habitantes del hogar, ya sea familia, personas que comparten piso, etc.
  • Ubicaciones físicas: El propio recinto, incluyendo domicilio más anexos (garajes, etc)
  • Información, en sus dos vertientes: en papel y en electrónico. Todos tenemos en casa documentos que pueden ser más o menos importantes e irremplazables, como contratos, escrituras, documentos oficiales, etc. Además, cada vez es mayor la cantidad de información en formato electrónico: fotos, vídeos, documentos que tenemos en los discos duros de nuestros ordenadores, etc.
  • Tecnología: quizás el componente menos crítico, puesto que el servicio que prestan es personal y fácilmente restituible.
  • Proveedores: los cuatro tradicionales: electricidad, agua, gas y teléfono.

El siguiente paso es definir los escenarios sobre los que protegerse, que pueden ser más o menos habituales en función de la zona en la que vivamos. Algunos escenarios pueden ser los siguientes:
  • Pérdida de información por deterioro del soporte (principalmente disco duro)
  • Apagones de luz, con mayor o menor duración
  • Inundación
  • Incendio
  • Inclemencias meteorológicas severas: Grandes Nevadas o tormentas, Huracanes (recientemente Irene)
  • Grandes desastres: Terremotos, incidentes nucleares.
Algunos de estos escenarios no tienen porqué resultarnos muy lejanos, la imagen, por ejemplo, es de una explosión de gas a 50 metros de mi antigua casa. Aunque muchas de estas situaciones nos las cubra el seguro de la casa, quizás no todo se pueda restituir con dinero.

Si analizamos, por ejemplo, el primer escenario el cual seguro que nos ha pasado a más de uno, perderíamos toda la información que tenemos en nuestros disco duro, por lo que nuestro plan de continuidad deberá definir qué mecanismo voy a utilizar para salvaguardar la información. Hay varias opciones: grabo CDs y, a ser posible, me lo llevo a otra ubicación (casa de familiares, por ejemplo), subo mis fotos y vídeos a algún servicio cloud, etc

Como este ejemplo podríamos seguir con el resto de escenarios que queramos incluir en nuestro Plan de Continuidad de nuestro hogar para así estar completamente seguros. Lo más divertido serán las pruebas, como siempre, sobre todo si tenéis niños pequeños.

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